El conflicto del Sáhara y su difícil solución fueron los motivos del primer post que inauguraba este blog hace ahora cuatro años y medio. Cuatro años y medio tras los que podríamos repetir las preguntas que enunciaba en esa primera entrada una a una y añadir muchas más.
Treinta y cinco años de exilio para aquellos que se refugiaron en el desierto de Tinduf (Árgelia), y de represión y torturas silenciadas para aquellos que permanecieron en los territorios ocupados por Marruecos. El Sáhara, mal que le pese al monarca alauí, vuelve a ser noticia de portada en los principales medios de información, y no porque un grupo más o menos numeroso de niños del desierto vengan a pasar el verano a nuestro país, sino porque de nuevo Marruecos está intentando -y consiguiendo gracias a la respuesta callada del resto del Mundo- humillar al pueblo saharaui, demostrar quién manda en ese territorio robado y acabar, por la fuerza ,con cualquier acto de protesta o rebeldía.
Quince días han pasado desde que el Campamento de protesta “Gdeim Izik” fuera arrasado por el ejército marroquí y diera comienzo a una oleada de violencia en las calles del Aayún (antigua capital del Sáhara, actualmente ocupada por Marruecos), además de iniciar un bloqueo informativo alegando un supuesto boicot que alguna prensa extranjera estaría intentando cometer contra la imagen de Marruecos.
Quince días en los que el tema ha supuesto poco menos que una china en el zapato de algunos grandes mandatarios, discursos de repulsa contra la violencia en el mejor de los casos y sigamos con el orden del día.
Quince días en los que el Ejecutivo español no ha hecho más que intentar eludir el tema, sin llegar a realizar una condena en firme de los actos de violencia, eso sí, posando con grandes sonrisas durante encuentros con ministros marroquíes y, del Sáhara, ya hablaremos más adelante, cuando un nuevo capítulo del conflicto le toque afrontar a algún partido de la oposición en el Gobierno:
La primera foto corresponde a un encuentro mantenido el día 16 de noviembre de 2010 entre el ministro de Interior español Alfredo Pérez Rubalcaba y su homólogo marroquí, Taib Cherkaui.
La segunda imagen es del día 12 de julio de 2003, en un acto de apoyo al pueblo saharaui en el que la actual ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, lucía en su camisa una pegatina donde se lee “Sáhara Libre”, y daba el discurso que podéis ver y escuchar en el vídeo enlazado a continuación.
Hoy las tornas han cambiado, son los políticos del PP los que piden firmeza al Gobierno de Zapatero y es éste último el que se escabulle entre demagogias y cambios de tema como en su día lo hicieran otros partidos en el poder.
No sabemos cuántas vidas habrá costado esta última actuación de Marruecos ni cuántas seguirá cobrándose mientras la impasividad internacional sigue mirando hacia otro lado o, lo que es peor, haciendo causa común con los saharauis con el único y, ese sí, firme propósito, de ganar volumen en las urnas:
